Plegaria Muda

Foto: Patrizia Tocci

Foto: Patrizia Tocci

Foto: Patrizia Tocci
(EN)

Doris Salcedo, una artista de gran fuerza expresiva, una escultora de la memoria y la vida, de la pobreza y de la dignidad, presenta su obra más reciente: Plegaria Muda, una instalación compuesta por más de cien pares de mesas de madera, en la que cada una se coloca sobre otra, desde las que emergen hojas delgadas de hierba.
La artista se ha inspirado, volviendo su mirada a las víctimas de las masacres cometidas por el ejército de Colombia, su país de origen, así como las muertes violentas de los suburbios de Los Ángeles, donde llevó a cabo la investigación y reconoció los efectos de la misma violencia gratuita y sin sentido que se encuentra en todos los rincones del mundo. Plegaria Muda es una oración por aquellos que no tienen voz para hablar de su existencia y por lo tanto, parece que no existen. Sin embargo, Plegaria Muda es también, y sobre todo, un homenaje a la vida.


"El proceso de investigación y la reflexión que subyace en este trabajo fue meticuloso. Se inició en 2004 con un viaje alrededor de los ghettos de Los Angeles y un informe oficial que indicaba que más de 10.000 jóvenes habían sufrido muertes violentas durante un período de veinte años.
...
Plegaria Muda trata de enfrentarnos con el dolor reprimido, insondable, y con la muerte violenta cuando es reducida a su total insignificancia y forma parte de una realidad silenciada como estrategia de guerra.
También es una respue
sta a un evento particular, que ocurrió en Colombia entre 2003 y 2009 en el que aproximadamente 1500 jóvenes de zonas desfavorecidas fueron asesinados por el ejército colombiano, sin razón aparente. Estaba claro, sin embargo, que el gobierno colombiano había puesto en marcha un sistema de incentivos y recompensas para el ejército si podían probar que un mayor número de guerrilleros habían sido muertos en combate. Frente a este sistema de recompensas e incentivos, el ejército comenzó a contratar a los jóvenes de las zonas remotas y desfavorecidas, ofreciéndoles trabajo y su traslado a otros lugares donde eran asesinados y presentados como "guerrilleros no identificados: bajas en combate".
Durante meses acompañé a un grupo de madres que buscan a sus hijos desaparecidos y los identifican en las tumbas reveladas por los asesinos. Más tarde, me uní a ellas en el proceso doloroso y difícil de vivir su duelo y en el vano intento de alcanzar la justicia enfrentada a la barbarie cometida por el Estado.
...
Plegaria Muda es un intento de pasar el resto de la vida con este dolor, un espacio delimitado por el límite radical impuesto por la muerte. Un espacio que está fuera de la vida, un lugar aparte, que nos recuerda nuestra propia muerte".



No hay comentarios: